GARA > Idatzia > Ekonomia

CRÓNICA | Los gobiernos europeos coinciden en la forma de utilizar la tijera

Después de haber rescatado a los bancos y de haber promovido planes de estímulo al consumo y apoyado determinadas industrias o la obra pública, los gobiernos europeos quieren eliminar los números rojos de sus presupuestos recortando salarios públicos, pensiones e inversiones.

p038_f02.jpg

GARA

Tras la puesta en marcha del rescate de Grecia de la bancarrota y la creación de un fondo de 750.000 millones de euros para eventuales situaciones de emergencia, la Comisión Europea, así como el FMI, apremiaron a recortar gastos, no sólo a Grecia o a los posibles contagiados de la crisis helena, sino a todos en general. Lógicamente, la primera fue Grecia, que aprobó el recorte bajo la presión de quienes esperaban un préstamo. Después de anunciarse su posible bancarrota, el Parlamento griego aprobó en mayo un plan para ahorrar 30.000 millones de euros en tres años, con medidas acordadas con el FMI y la Comisión Europea para reducir el déficit público este año al 9% desde el actual 13,6%,.

Entre las medidas se incluye la congelación de los salarios de los funcionarios públicos al menos tres años y la eliminación de las dos pagas extras para quienes ganen más de 3.000 euros al mes y para las pensiones de más de 2.500 euros.

Además de paralizar las contrataciones de empleados públicos, se ha aumentado el IVA en dos puntos, hasta el 23%, y los impuestos sobre tabaco, alcohol y combustibles, se han congelado las inversiones y se privatizarán numerosas empresas públicas

Los PIIGS

En Portugal, desde febrero se han anunciado tres paquetes sucesivos de medidas para reducir el déficit desde el 9,4% de diciembre de 2009 hasta el 7,3% este mismo año, el 4,6% en 2011 y el 2,8% en 2013.

Las principales medidas, algunas ya en vigor y otras a partir de junio, son el recorte del 5% de salarios de altos cargos y políticos, la congelación del salario de los funcionarios y trabajadores de empresas públicas y la reducción del personal de la administración. El impuesto de la renta aumenta el 1% o 1,5%, según ingresos, el IVA general pasa del 20% al 21% y se crea un nuevo impuesto a las plusvalías bursátiles del 20%. Curiosamente, tan solo unos días antes de aprobarlo, el primer ministro de Portugal, José Sócrates, aseguraba que no iba a subir el IVA. También se aplazan las obras públicas no contratadas, excepto el tramo más largo del tren de alta velocidad con el Estado español.

Precisamente, el Gobierno español sacó adelante el jueves por un solo voto en el Congreso su plan de ajuste, con el que quiere reducir en 15.000 millones de euros más el déficit público, que ya estaba previsto rebajar en otros 50.000 hasta 2013, con el fin de pasar del actual 11,2%, al 9,3% este año, al 8,8% en 2011 y al 5,3% en 2012.

Las últimas medidas contemplan la reducción del sueldo de los funcionarios en un 5% de media y en un 15% el del jefe del Ejecutivo y los ministros, la congelación de las pensiones en 2011 y un recorte de unos 6.000 millones de euros en infraestructuras. Estas disposiciones se complementan con una subida del IVA en dos puntos (del 16% al 18%) y la prohibición a los ayuntamientos a que sumen más deuda a partir de 2011.

Por su parte, el Ejecutivo italiano quiere recortar 24.000 millones en dos años y tiene previsto congelar durante tres años los sueldos de los funcionarios, a la vez que se paralizan las contrataciones en el sector público, como una de las medidas para reducir el déficit del 5,3% previsto para este año al 5% en 2011. A la rebaja de sueldos de los altos cargos entre el 5% y el 10%, se sumará un recorte de gastos del 10% en los ministerios y la parte correspondiente al retraso de al menos seis meses del acceso a la pensión. También reducirá 4.900 millones del gasto de las entidades locales.

Aunque por el momento no se ha planteado ninguna subida directa de impuestos, se buscarán nuevos ingresos a través de la investigación del fraude y obligando a los propietarios de unos dos millones de inmuebles no registrados a regularizarlos.

Irlanda fue uno de los primeros países de la Unión Europea en anunciar una rebaja de hasta el 15% del sueldo de los funcionarios, la reducción de plantillas y la paralización de las inversiones en infraestructuras.

En 2009 presentó un plan para reducir este año en 5.300 millones el gasto público y prescindir de unos 17.300 empleos públicos, que incluye un impuesto añadido del 2%, el 4% y el 6% cuando los salarios anuales superen los 15.000, 75.000 y 175.000 euros respectivamente.

Según las previsiones, ésta y otras medidas permitirán a las arcas del Estado ingresar 5.400 millones de euros hasta finales del presente año, cuando se introducirán previsiblemente nuevas medidas fiscales. Aún así, el déficit irlandés se situará en torno al 13% del Producto Interior Bruto hasta 2011.

Pero no son sólo los denominados PIIGS (Portugal, Italia, Irlanda, Grecia, Estado español) los que agitan la tijera.

Gran Bretaña

Aunque no se incluye en ese grupo, Gran Bretaña cuenta con uno de los déficits más elevados de Europa (12%). El nuevo Gobierno de conservadores y liberales ha decidido aplicar un plan de recortes del gasto público para reducirlo en 7.125 millones de euros. Las áreas más afectadas serán las de informática del Gobierno, viajes de los funcionarios públicos, ayudas financieras para los recién nacidos, asesores externos financiados por la administración pública, así como recortes en ministerios como Educación, Transporte y Trabajo y Pensiones. Entre los ahorros más importantes figuran: 794 millones de euros en el Ministerio de Transporte, unos 889 millones de euros en Gobierno Local y de Comunidades, unos 953 millones de euros en el Ministerio de Empresa y unos 763 millones de euros en Educación.

Alemania y Estado francés

Y las grandes economías europeas no han sido menos. Precisamente, hace unos años Alemania y el Estado francés fueron los responsables de que se modificara el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que establece el tope del déficit del 3% del PIB. Ante sus incumplimientos, la posibilidad de tener que sancionar a ambos estados hizo flexibilizar las condiciones del Pacto. Estos mismos estados se han encargado ahora de exigir que se endurezca.

Alemania, que introdujo hace un año una reforma constitucional para que a partir de 2020 las administraciones públicas funcionen prácticamente sin contraer nuevas deudas, no tiene previsto establecer recortes para reducir el déficit hasta 20011. El déficit alemán es uno de los más bajos de Europa (3,3%), si bien este año está previsto que suba hasta el 5%. Aunque las medidas de ahorro se extenderán a prácticamente todas las carteras ministeriales, el ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, ha rehusado presentar una lista de prioridades hasta la reunión del Consejo de Ministros del 7 de junio.

 

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo